
“Venía para un fin de semana redondo. Hasta que pasó lo que pasó.” Diego Belmonte atravesó una situación por demás complicada en la primera fecha del Campeonato Clausura del certamen salteño de Pista. Con su Fiat 128 protagonizó un vuelco en la final de la categoría Escuela, que no le produjo mayores consecuencias físicas al piloto, pero que dejó al coche con muchos daños.
– ¿Qué sentís el día después del vuelco?
– Fue un accidente feo, pero gracias a Dios no me pasó nada, lo demás son sólo fierros. Me despisté por una mancha de aceite en un lugar muy complicado.
– ¿Qué recordás de lo que pasó?
– Levanté por la señalización con banderas, pero es un lugar donde se dobla en trepada y estaba todo regado de aceite, intransitable. Pienso que se equivocaron en no parar la carrera o meter el auto de seguridad.
– ¿Y ahora cómo sigue el tema?
– Y ahora tengo que ver, primero, cómo hago para arreglar el auto, porque no es mío. Lo demás es incierto. Llegaba con mucho esfuerzo a cada carrera y esto me hace “de goma” económicamente.
– ¿Muy dañado quedó el auto?
– Es recuperable, pero se necesita invertir bastante plata y mucho tiempo de trabajo. Todos saben que a esto lo hacemos a pulmón. Y aun así venía peleando el campeonato.
– ¿Te ves en la próxima fecha?
– Espero poder solucionar lo de los daños, pero dudo que pueda sin ayuda.



