Quien lo veía acelerar en los caminos en cualquier rally siempre decía una frase: “es bueno ‘Nico’”. Mientras por su estilo espectacular de manejo hizo de las delicias del público, su fuerte carácter no le impidió hacerse de amigos, que celebraban sus conquistas. Todos tendrán siempre en su recuerdo a Nicolás Ianiero, que falleció.
“Nico” había nacido un 20 de enero de 1977. Se ligó al automovilismo a finales de la década del 90 con la categoría de los Fiat 600 que corría en el autódromo “Nasif Estéfano”. Corrió en aquel tiempo con pilotos como Lucas Mohamed, Martín Luque, José Sebih, Justín Sánchez, Juan Carlos Loretto, Joaquín Azancot, Luis del Pozo y Bernardo Ortega.
Y luego recaló en el rally, en el que alcanzó muy buenos rendimientos, primero corriendo con un Renault 18 de la clase A-7 propio y luego haciéndolo con otro que había sido acelerado en su momento por Guillermo García Hamilton. Su navegante más recordado fue José Guerrero, el “Negro”, fallecido en 2019. Ianiero tenía un modo de manejo expeditivo, que le permitió ganar carreras y pelear algún campeonato, pero también tener accidentes importantes, como uno que sufrió en Arcadia.
Así como se retiró prematuramente de las carreras de rally, siempre tuvo el sueño de volver. Allá por 2017, el R-18 formaba parte de un proyecto de los hermanos Drube para volver a pista. Fabián Scalora también contó en Facebook que hace poco charló con Ianiero y que le dijo que quería volver a acelerar.
Según informó la familia, a Ianiero lo estarán velando hasta las 17 de este jueves 25 de abril en la sala de San Martín 32, en San Miguel de Tucumán.