Un emotivo proyecto nacido en Tucumán y que toca a un piloto de La Plata

El automovilismo no son sólo carreras, sino también las historias y los sueños que hay detrás de cada proyecto, por más pequeño que parezca. Hoy contamos una de esas historias que recién comienza a escribirse, y que une a varios protagonistas por la pasión.

Santiago Santiñaque es un joven piloto de La Plata que, hace algunos años, sufrió un grave accidente manejando un kart. Fue operado, pasó dos años en silla de ruedas y necesitó diez de fisioterapia. Pero lejos de rendirse, se propuso una meta clara: volver a subirse a un auto de carreras. No fue fácil, pero lo logró.

Ricardo García López, motorista tucumano y referente en el rubro, lleva toda una vida ligado al automovilismo.
Ricardo Felipe, también tucumano, es preparador de autos de competición y dueño de un Fiat 128.

El destino los cruzó y, casi sin proponérselo, nació un proyecto: invitar a Santiago a correr en Salta. Felipe puso el auto, García se ofreció con el motor, y juntos armaron el conjunto para que Santiago sea el piloto.

Faltaba un detalle: el auto es de Juan Ignacio, hijo de Felipe. Cuando le contaron quién lo iba a correr, no dudó un segundo en prestarlo.

Hoy el Fiat 128 está casi listo, esperando su motor y los últimos retoques que el mismo Santiago terminará en Tucumán, cuando llegue unos días antes de la carrera, el 12 de octubre.

En el automovilismo siempre se busca ganar. Pero en esta historia, sus protagonistas ya lo hicieron, más allá de lo que diga el resultado en la pista.

A continuación, vean y escuchen la entrevista, concretada por intermedio de nuestro canal de YouTube:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Total
0
Share