Para que un piloto argentino vuelva a subirse en una prueba a un F-1 pasaron 16 años. El último, hasta hoy (28 de noviembre de 2023), había sido el cordobés Ricardo Risatti, que giró en un test privado en Paul Ricard (Francia) con un Toyota, en octubre de 2007. Fue un premio tras la obtención del campeonato de F-3 Española.
También está el caso del cordobés José María “Pechito” López. Fue piloto tester en Renault durante dos años (desde 2003) y posteriormente estuvo cerca de ser piloto oficial en 2010 en la escudería US F1 Team.
Antes de él, el último que logró hacer carreras en la “máxima” fue Gastón Mazzacane, que se despidió de la categoría en 2001 en el Gran Premio de San Marino en el autódromo “Enzo y Dino Ferrari”. Abandonó por la rotura del motor Acer del monoposto del equipo de Alain Prost. Ccompitió en 21 ocasiones, sin alcanzar a sumar puntos.
Pues bien, es Franco Colapinto el que rompió con la extensa espera para ver un piloto nacional en la “máxima”, con un Williams.
En el circuito Yas Marina, de Abu Dhabi, el joven piloto bonaerense oriundo de Pilar, de 20 años, aceleró el modelo FW45 en el llamado “Rookie Test”. Completó más de 60 vueltas sobre los 5.281 metros del trazado. Empleó 1’26”832/1000 para su mejor vuelta, fue el 9° más veloz y quedó a poco menos de dos segundos del más rápido, el español Carlos Sainz (Ferrari).
Otro dato importante es que, por el total de kilómetros que hizo Colapinto, equivalentes a un Gran Premio, le será otorgada la tan ansiada Superlicencia, con lo que quedó habilitado a formar parte de los entrenamientos libres de los grandes premios.
¿Qué dijo Franco sobre la experiencia? Lean…
“A la experiencia la disfruté como la primera vez y la traté de disfrutar como la última, porque no sabés cuándo puede pasar de vuelta algo así. Fue un momento único. Sentarte ahí, acelerar, poner los cambios, después frenar por primera vez, es una locura. La velocidad de curva. Son tantas cosas nuevas y tantas emociones que pasan por un momento como este. Tantas cosas que pasa un piloto para llegar a este momento, no muchos tienen la posibilidad de subirse a un F-1. Es lo que estuve soñando desde muy chico. Haber tenido este momento tan especial para cerrar el año es algo único y estoy agradecido con la gente que me viene apoyando hace años. Se lo merecen todos los fanáticos argentinos que hace tanto querían ver a un piloto de nuestro país en la F-1”.
Pasado el desafío de su primer contacto con un f-1, hasta el viernes 1 de diciembre Colapinto se centrará en los test de postemporada de la F-1, también en el circuito de Yas Marina.