La escena que aquí presentamos corresponde a 1972. La nota hace alusión a cuando se presentó en el autódromo “Nasif Estéfano” la categoría nacional F-4. También se realizó una carrera de la división local Fuerza Libre, la misma en la que hiciera sus primeros pasos Nasif Estéfano.
Los monstruos rugientes, como se los denominaba, según los comentarios eran aparatos en los que el piloto conducía en la misma posición que un chofer de los ómnibus Leyland. Francisco Roselló triunfó en la oportunidad; su auto estaba impulsado por un motor Plymouth 46 con válvulas laterales.