
Las carreras tienen esa parte que en ocasiones no se puede explicar. A Pablo Ortega, que tenía la primera posición en la grilla de partida de la Clase 2 del TN en el “Gálvez” porteño, le birlaron la posibilidad de un festejo, debido a un toque propinado por Christian Abdala en la vuelta 8, cuando el tucumano marchaba en la vanguardia.
“Espero largar bien, tengo confianza. El auto está perfecto, me queda a mí hacer el trabajo correcto. Siento ansiedad, anoche me desperté varias veces”, dijo Ortega, antes de la salida en el trazado porteño.
Desde la largada, todo le costó a “Pabloso”. Nunca pudo despegarse de sus perseguidores e incluso, antes del fuera de pista obligado, había estado a punto de ser superado por Alejo Borgiani. Pero el piloto de Casilda se pasó en un frenaje y perdió, al menos en ese momento su chance. A poco de ello, fue Abdala el que empezó a acosar a Ortega, quien con buenas maniobras defensivas evitó ser sobrepasado. Pero, luego de que el Fiat Argo del tucumano mostró cierta inestabilidad antes de llegar a un frenaje, el sureño se quedó sin frenos y lo embistió, sacándolo del asfalto.
Ortega pudo volver, se prendió en la lucha por recuperar posiciones y finalmente terminó 7°, a 13”965/1000 de Borgiani, que ganó la carrera luego de que Lucas Yerobi, que había heredado la punta, tuvo problemas con su auto a falta de una vuelta del final.
Fue un consuelo con sabor a poco para “Pabloso”, que vio cómo, por un factor externo, se le escapaba su segundo triunfo en la Clase 2.