Son felices en dos ruedas

“Es un orgullo, compartir este deporte con mi hijo y ganar cada uno en su categoría. Vamos por más”. Para Marcelo Cáceres, hombre del riñón del motocross, la felicidad deportiva llegó en los últimos días al lado de Mateo, también crossista. Y llegó en dos ruedas, pero no de una moto, sino de una bicicleta.

Padre e hijo viajaron a Villa La Angostura (Neuquén) a participar de la primera fecha de la Copa Argentina de descenso y de la segunda del Abierto Argentino de Cross Country. En Cerro Bayo, los Cáceres ganaron. Marcelo lo hizo en Master B2, y Mateo en Juveniles.

Ambos viajaron en su momento siguiendo el derrotero del Campeonato Argentino de motocross. Pero en una fecha efectuada en Córdoba, Mateo sufrió la rotura de la clavícula, un fémur y dos dedos. Como parte de la recuperación, empezó a andar en bicicleta. Y poco a poco empezó a acompañar a su padre, que había empezado a incursionar en la disciplina de los pedales que se hace bajando en velocidad desde las alturas de un cerro o algo similar. Él mismo había tenido una dura experiencia con las motos en 1999, cuando se fracturó en tiempos en los que podía calificar para asistir al MX de las Naciones.

Justamente Villa La Angostura será sede del Mundial Master en 2022. Y los Cáceres apuntan a estar en esa prueba. “Hay que trabajar más que nunca”, dice Marcelo. “Tengo que seguir entrenando y cada vez más fuerte”, asegura Mateo.

Para los dos, ¡felicitaciones!

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