Hasta último momento, no iba a ir a correr en Bañado de Ovanta. Pero logró el “permiso especial” y pudo estar. Finalmente, fue con mucha alegría: ganó en la clase N-1 y estuvo entre los mejores ubicados en la clasificación general. Ernesto Lord, con Maximiliano Karamatich a su lado, en un Fiat Palio, vivió una linda experiencia en el Catamarqueño de rally.
– ¿Cómo es eso que no sabías si ibas a correr?
– Hasta el viernes previo a la carrera no iba. Sofía, mi pareja, está con 37 semanas de embarazo. Felicitas está cerca de nacer, ya. Hablé con el médico, me dijo que estaba todo bien y, con su visto bueno, me fui.
– ¿Fuiste con alguna prueba previa?
– Sí, estuvimos con el equipo Matarrese probando el Fiat en El Cadillal. Todo salió muy bien. El auto estuvo perfecto, sin inconvenientes.
– ¿Cómo te sentiste en carrera?
– Tenía un poco de miedo, porque no sabía qué podía hacer. Estuve mucho tiempo parado. Fui el primero en sorprenderme por lo bien que salió todo. A mi lado, “Maxi” hizo un gran trabajo.
– ¿Cómo viste a este rally desde lo organizativo?
– Lo vi muy bien a todos en los controles. En el caso nuestro, desde la asistencia salíamos con el barbijo puesto, siempre. En el súper especial vi que había mucha gente, hubo algún desborde, más allá que desde la organización cumplieron con todo. Por ejemplo, desde la previa fueron cuidadosos. Se hicieron controles de temperatura, oxigenación, presión.
– ¿Cuál sería tu resumen de lo vivido?
– ¡Que por fin volví a lo que más feliz me hace! Pasé un excelente fin de semana. No sólo por el triunfo, sino también por lo peleada que fue la carrera, con grandes rivales. Disfruté de los amigos que comparten la misma pasión. Les agradezco a los miembros del equipo por el excelente trabajo en el auto, para que no se le caiga un tornillo.
– ¿Cómo sigue lo tuyo en el rally?
– Sentí alegría por competir, pero ahora no sé cómo seguirá esto. Siento incertidumbre por el futuro. Nadie sabe tampoco qué puede pasar. Habrá que esperar los próximos días.