
Mientras en el contexto nacional se dinamizan las acciones para volver a tener automovilismo competitivo desde fines de mes, en Tucumán todavía no hay un panorama claro. Sucede que los contagios por la pandemia atraviesan el mapa provincial, y por ese motivo es menester esperar un poco más para tomar decisiones. Lo que más cerca está de volver es el karting, mientras que la situación del rally se ve más compleja.
Según se informó en su momento desde la Federación Tucumana de Automovilismo Deportivo, oportunamente fueron presentados ante el Comité Operativo de Emergencia los protocolos para la habilitación de la práctica en distintos sitios. Como se sabrá, se autorizaron, pero con el paso de los días hubo vaivenes.
El kartódromo de El Timbó es, por estos días, el único lugar donde se puede girar. Estuvo cerrado unos 10 días a pedido de la comuna, pero reabrió sus puertas, fortaleciendo las medidas sanitarias. Sólo se puede practicar pidiendo turnos, y estos son limitados.
La pista de tierra de Alto Verde está cerrada. Se tomó la medida, a pedido del delegado comunal del lugar. Todavía no hay fecha para la reapertura.
Los protocolos para que haya carreras están en manos del Comité Operativo de Emergencia. Un punto importante es que las autoridades locales esperan el resultado de las acciones a nivel nacional para ver si se motorizan habilitaciones. Las que pican en punta son competencias de karting de tierra y de asfalto.
Lo del rally, por sus características, es más complejo. Igual, eso no quita que se analice armar algo, tal vez bajo el régimen de súper especiales. Hay tramos, como el de Ticucho-El Cadillal que bien podría activarse, bajo un riguroso protocolo sanitario. Hay circuitos, como el de Trancas y el Los Peraltes, que también están en condiciones de albergar algún tipo de actividad.
Pero, antes de esto, un punto importante es resolver el tema de los traslados de los equipos y de quienes los integran. Visto el panorama de comunas y de municipios, ello no es posible hoy. Pero hay que esperar.