En la categoría Monomarca, Roberto “Tití” Montivero supo ganarse un lugar a fuerza de tesón y trabajo. También supo hacer muchos amigos, los que hoy lloran por su partida.
“Tití” fue un tipo querible. Su buen porte lo hacía destacarse. Se lo recuerdo por sus bromas, y porque transmitía alegría. Tranquilo fuera de una pista, dentro de ella tenía lo suyo.
Montivero ganó carreras, y hasta llegó a pelear un título, el de 1992. En aquel campeonato, ya con la categoría convertida en TC 1.500, llegaron seis candidatos a la carrera final: él, el santiagueño Miguel Falcione, Adrián y “Lalo” Formoso, el salteño Oscar Solís y Miguel Jorge (“Reynolds”). Tras varios golpes de escena este último se quedó con la carrera y con el campeonato, aunque había empatado en puntaje con Montivero. Una victoria más conseguida en el certamen definió el título.
Hace pocos días, en un vivo de Motorplus, Miguel recordó aquella definición. “El candidato era ‘Tití’, estaba andando bien. Yo tuve muchos problemas en la carrera final, pero por esas cosas del automovilismo, terminé sumando otro campeonato”.