# POR RICARDO NEME. – Pasó la séptima etapa, un bucle de 330 kilómetros de especial y 60 de enlace. Los primeros 100 kilómetros muy veloces, como ya comentamos en etapas anteriores. Hay que ir con mucho cuidado por los cortes que puede haber y también para no pasarse algún punto en la navegación, porque la pérdida de tiempo puede ser mucha. Después entraban en un camino muy angosto en una meseta en altura, donde salirse de la huella podía ser peligroso por las piedras y, en el mejor de los casos, romper una rueda. Y terminaba nuevamente en dunas donde había que navegar mucho. Allí también los competidores se encontraban con mucho fesh-fesh, como en las etapas anteriores.
Estuve hablando con Fernando Acosta. Tuvo que abandonar de nuevo en la etapa de ayer con Ramón Nuñez. Rompieron un porta masa a 10 kilómetros de haber arrancado la etapa, y cuando repararon ya era muy tarde. No pudieron salir, una lástima.
Ya al final de día lunes, en la séptima etapa, me logré comunicar con Omar Gándara, que va con Ramiro Corvalán y me contó que estaban parados a seis kilómetros del final del especial. Los sorprendió un corte y rompieron algo de la camioneta, por lo que estuvieron tratando de reparar para llegar. Esto es así, te da sorpresas.
Ya quedan tres etapas, en las que no hay nada por especular. Pero como siempre hay que ir muy concentrados para lograr el objetivo, que es terminar.