Lluvia, barro, niebla y nieve, camino a La Paz

A la luz de lo sucedido el jueves, Ricardo Neme ya no sólo resiste en el Rally Dakar, sino que parece haberse blindado. En la etapa 6, que unió Arequipa (en Perú) con La Paz (en Bolivia), el piloto de la Toyota SW4 navegada por el puntano Ramiro Corvalán, enfrentó una a una las dificultades planteadas. Y eso que, en sendas y caminos, hubo que ponerle el pecho a la gran cantidad de barro, a la lluvia, a la niebla y ¡hasta a la nieve! Durante el día, se llegaron a superar los 4.500 metros sobre el nivel del mar.

La extensa jornada que debió enfrentar la dupla (pasada la medianoche y ya en la madrugada argentina llegó al vivac), contó con numerosos matices. La salida se produjo poco después del mediodía; pese a lo que se planteó a primera hora, la categoría Autos no tuvo recortes en su recorrido, por lo que hubo competencia en la despedida del territorio peruano, y en la bienvenida al boliviano. El trayecto de velocidad controlada constó de 313 kilómetros de especiales (760, sumando los enlaces).

Neme, que viajó en competencia prácticamente en tándem con el marplatense Omar Gándara, fue superando los waypoints a buen ritmo. Incluso, con su “flamante” compañero de ruta, hicieron tiempos prácticamente calcados.

En definitiva, durante el viernes, el yerbabuenense y su acompañante puntano tendrán, finalmente, su jornada de descanso, al igual que toda la caravana, en la capital boliviana. En tanto, el equipo técnico conformado por Ariel Isola, Juan Manuel Nicola y Marcos Acosta, tendrán tiempo para poner a punto la camioneta, que a esta altura ya sufre secuelas de las extremas condiciones de carrera.

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