
“Me siento amargado, avergonzado, pasó de todo este fin de semana.” Pablo Ortega se quedó con las manos vacías en la penúltima fecha de la temporada 2017 de la Clase 2 del Turismo Nacional. Había llegado con chances de pelear por el título al autódromo “Oscar y Juan Gálvez” de Buenos Aires, pero perdió su chance al verse obligado a abandonar con el Renault Clio del GR Competición.
“Cambié de auto y de equipo para poder pelear por el campeonato, me excluyeron de la serie por la altura del Clio, largo al final, voy a darlo todo, venía avanzando muy bien, pero estaba condicionado por lo choques, los toques con los rivales. Mucha fricción dejó herido coche. Incluso, se quedó el acelerador a la mitad, no estaba a fondo. Antes de largar había salido una falla, se cambiaron unos cables. A eso de la quinta vuelta el motor empezó a fallar y así todo terminó”, relató “Pabloso”, que había partido desde el fondo del pelotón y, al momento del abandono, ya estaba 15°.
“Me despedí de la lucha por el título, que tanto había buscado. Me queda el apoyo de la gente, de mis amigos, a todo el equipo que siempre está conmigo, a los auspiciantes que me acompañaron todo el año, a Guido Porfiri que me ayudó toda la temporada, gracias a todos”, concluyó el piloto tucumano.



