Es conocido el fanatismo que despierta la carrera deportiva de Lucas Mohamed en todo el país. Adonde viaja, el piloto de Yerba Buena tiene gente que lo está esperando para mostrarle su cariño. Y él retribuye tanto afecto lo mejor que puede, mientras piensa en cómo encarar cada jornada de competencia.
Recientemente, en el autódromo de Toay (La Pampa), se dio otro simpático capítulo de esta historia de amor mutuo. Y en ella, el protagonismo fue un niño de Buenos Aires, fanático de Lucas, así como toda su familia…
Héctor Pender, en su cuenta de Facebook, le dirigió un sentido comentario al yerbabuenense. “Querido Lucas. Totalmente emocionados y agradecidos con vos por el tiempo que nos dedicaste el domingo en Toay. Y llevaremos por siempre en nuestro corazón el hecho de que al irte hayas parado el colectivo para regalarle una remerita a nuestro hijo, Gabriel, la que ya luce orgulloso en la última foto que te adjunto y la que lucirá orgulloso en la próxima carrera a la que vayamos. ¡Gracias! Un fuerte abrazo para vos, tu papá, tu familia y los chicos que te ayudan con el auto. Con afecto… ‘Merce’, ‘Gaby’ y Héctor, desde Villa Iris, provincia de Buenos Aires.”
Ante el comentario, y con las simpáticas imágenes a la vista, Lucas hizo una devolución. “Muchas gracias a vos, tu hijo y tu señora que me tuvieron paciencia cuando yo estaba complicado con mi trabajo. Gracias por apoyarnos. Para mi es un gusto porque me gusta muchísimo que los chicos vivan esto con tanta pasión. Eso moviliza a cualquiera.” Y agregó: “ahh, ¡tiene una hermosa colección de autos! ¡Los felicito!”
Se dice que la pasión es eso que aplica a menudo a un vivo interés o admiración por una propuesta, causa o actividad. A una persona le apasiona algo cuando establece una fuerte afinidad. Esta historia así lo muestra.