Dice que ya hizo contacto visual con su “bebé” el miércoles, en los boxes del autódromo termense. “Lo bajamos del camión que lo llevó, lo lavamos y lo tapamos. Se ve hermoso” dijo entusiasmado Bernardo Ortega (h), el piloto que retomará a la acción de la Clase 2 del Turismo Nacional.
Como se sabe, “Beroso” correrá con un Renault Clio que atenderá el flamante equipo propio de la familia Ortega, que tendrá a Sebastián Chincarini como responsable. Sobre la máquina, el corredor está seguro: “no me va a fallar.”
“Qué hay del piloto? Mmmm. Ya veremos. Voy muy agresivo a este desafío. Y con ganas de avanzar. Como en el rugby, quiero ir como si se tratase de un scrum. Ni más ni menos”, aseguró.
Consultado sobre el aspecto emocional, en el que se mezcla un cóctel de situaciones (su propio retorno, el debut de un equipo flamante y familiar, correr otra vez con sus hermanos, con toda la familia y los amigos cerca, más la presencia de público tucumano), “Beroso” se mostró confiado. “La verdad que no me pesa nada. No hay ningún tipo de nervios por ahora. Sólo quiero demostrar a mi equipo y a mí mismo que puedo estar en la pelea.”
– ¿Qué debés evitar el fin de semana?
– Toques, roturas, salidas de pista. Todo aquello que me evite lograr el objetivo del fin de semana. Voy con toda la onda.