Lo dijo apenas terminó la carrera del Canav: haber ganado en Tucumán fue un lujo. Pero Rodolfo Bollero nunca se queda en los estereotipos, busca ir al hueso de cada asunto, mucho más cuando se trata de mirar al futuro.
“Seguramente vamos a trabajar en algunos puntos para seguir mejorando. Uno de ellos es que quiero acomodar a la camioneta a mi gusto. No tuve tiempo para corregir nada antes de esta prueba”, contó el piloto, que tuvo como navegante a su hijo Nicolás.
“Rodo” aseguró que las cosas salieron prolijas y que no arriesgaron en ningún momento. “En general fue una experiencia muy linda, no esperábamos tener tan buenos resultados en la primera carrera. Me sorprendí totalmente por la muy buena navegación de ‘Nico’, no se equivocó en ninguna parte. Pienso que conjugamos muy bien mi experiencia con el empuje de él. Si hubo algún tipo de error, creo que fue de manejo. Yo tengo que pulir eso, porque no tengo experiencia en ese sentido.”
El piloto de la Toyota SW4 aseguró que la camioneta funcionó muy bien. “También el equipo que me acompañó, con Patricia al frente y Ariel Rivadeneira en la parte mecánica. Para ser una experiencia inicial, quedé más que conforme. Y visto esto, vamos a seguir trabajando igual.”
El futuro es un tema que Bollero toma con tranquilidad. Catamarca, del 10 al 12 de agosto, es el próximo desafío del Canav, pero él avizora algo mucho más ambicioso: el Rally Dakar 2019. “Lo que se logró, y con la contundencia con que se consiguió, da mucho estímulo a este novel proyecto, que durará este año y el que viene. Da ánimo esto, pero también el apoyo de la familia, que es fundamental.”
¿”Nico” dijo algo? Por supuesto. “Salieron las cosas muy redonditas y pudimos consagrarnos. Ahora a seguir entrenando y mejorando para llegar al Dakar 2019 de la mejor forma. Muchas gracias a todas las personas que confían en nosotros y nos apoyan”, apuntó.