Había ido detrás de un sueño, o una “locura” como él mismo la describió. Y aunque el objetivo no pudo lograrse, igual Rodrigo Chanta disfrutó de una experiencia única, que lo puso frente a la chance de integrarse a la actividad nacional de pista.
El tucumano estuvo participando en Pacheco, Buenos Aires, de un casting del ciclo “Desafío Motor”, un programa de formación de pilotos, en el cual el ganador, como premio, se iba a ganar un boleto para correr en la categoría telonera del Súper TC 2000, la Fiat Punto Abarth Competizione.
“Ya estoy de regreso a casa. Terminó este sueño para mí, más que sueño una locura. Gracias a mi ‘viejo’, a mi hermano y mi cuñada, que me siguieron 1.250 kilómetros persiguiendo una meta, que tuvo un filtro bastante amplio haciendo muy complicado el ingreso”, contó Rodrigo.
De las 24 personas que quedaron para la etapa final, sólo una podría concretar el objetivo de llegar a una división pistera nacional. “Fueron distintas las pruebas que tuvimos. En mi caso, con poco, diría casi nada de entrenamiento, di lo mejor con tiempos ideales para el ingreso y con la seguridad que pasaría a la segunda etapa. Pero no bastó. Será el próximo año y a seguir intentando” apuntó Chanta.
El joven de barrio Cerro Las rosas agradeció las muestras de cariño de familiares, amigos y personas que se interesaron por su sueño. “Viví un exelente fin de semana”, concluyó.