La Vuelta del Noroeste (1965)

Recordamos esta vieja competencia, que, en solo dos años, generó una gran expectativa y llamó la atención del mundo automovilístico nacional.

¿Por qué sucedió esto? Por su extraordinario nivel como prueba, en una categoría que requería competencias encaradas con seriedad, realizadas con eficiencia, y finalizadas con calidad. Además, era un desafío en el que se requería de aptitud mecánica y habilidad conductiva.

En el calendario de 1965, esta prueba podría clasificarse como clásica, mérito que no le corresponde solamente a quienes fueron responsable de la organización (la gente de ATAS), sino que debe ser compartido con quienes supieron poner su esfuerzo en beneficio de este desafío. Nos referimos específicamente a los directivos y miembros del Auto Club Salta, de la Asociación Santiagueña de Volantes, del Automoto Club Jujuy, de la Asociación Catamarqueña de Volantes y del Auto Club Concepción.

En aquel año, en la categoría menor se impuso Rogelio Scaramella, seguido por los pilotos cuyos seudónimos eran “Cachivache” y “Blanco y Negro”.

En la categoría “B”, Gastón Perkins lideró la competencia desde el principio hasta el final, lo que no sorprendió a ninguno, ya que se trataba de un corredor muy habilidoso. Además, corría con un Gordini 1093, oficial del equipo IKA, por lo que su triunfo se veía venir, desde el momento en el que su nombre apareció en la lista de inscriptos. Perkins ganó las tres etapas, mientras que Juan García y Abel Tannuré se ubicaron en el segundo y tercer lugar, respectivamente.

En la categoría “C”, Domingo Reginato dominó la prueba, cortando la hegemonía de los DKW. Sin embargo, su felicidad se vio cortado porque el Hansa que conducía, claudicó. Finalmente, el ganador fue Tulio Riva, quedando en el segundo puesto Dante Gonella y tercero Ángel Gonella.

Estéfano, Merescio, Scamuffo y Carretero se destacaron en la categoria “D”, que fue el plato fuerte de la Vuelta del Noroeste. La gran potencia de los Alfa Romeo marcó una clara superioridad, limitando de esta manera las posibilidades de los que manejaban los Fiat 1500. Esto, junto al talento que tenía en el manejo el campeón argentino, Nasif Estéfano, fue lo que le permitió adjudicarse la carrera.

Por último, en la categoría “E”, José Galeotti se impuso con su Peugeot 404 en la general, relegando a la segunda posición a Fernando Parra, que, con un Chevrolet 400, fue ganador de la segunda etapa.

 

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