No pasa inadvertida, con ese Suzuki Fun pintado de rosa, con la trompa al suelo y un ruido que invita mirarlo. Y cuando uno se da cuenta que es una mujer la que maneja, llama mucho más la atención.
La piloto es Ximena Cativa (25 años). Sí, una piloto porque, además de andar con su auto por las calles, también lo usa para disfrutar de algo que le gusta mucho, que es competir en picadas.
El encuentro con Motorplus Tucumán fue informal, y la charla también. Suficiente como para conocerla un poquito más. “Siempre me gustó el automovilismo, mi papá Fabio corría en autocross, y a de pesar que no lo vi competir, siempre escuché del tema y fui por los talleres. De ahí es que me gusta”, comenzó contando.
– ¿Por qué las picadas?
– Porque fue lo primero que vi y me parecía que lo podía hacer. También me gustaba el karting, pero en el taller de Ariel Mónaco, donde me atienden el auto, los chicos estaban en el ambiente, así que me decidí por las picadas. Le hicimos varias cosas al auto y siempre quise saber qué tiempos podría hacer.
– Contanos tu primera picada…
– Fue en el autódromo “Oscar Cabalén”, de Córdoba. Estaba de vacaciones ahí, y me enteré de la prueba, así que me presenté a ver qué podía hacer. Terminé tercera entre 70 corredores; ahí me di cuenta que era eso lo que me gustaba.
No podíamos dejar de preguntar en qué categoría corre (para los que no sepan, las categorías en las picadas están integradas de acuerdo al tiempo que hacen en cada desafío). “En Córdoba y en Salta corro en la de 12 segundos y en Santiago en la de 11 segundos, esto depende de la pista. En Salta es subida, pero también depende de la presión y la temperatura en cada uno de los lugares”, apuntó.
– Sos la única mujer que compite, ¿cómo te llevás con tus rivales?
– Al ser la única mujer, cuando llego es todo lindo, me preguntan por el auto, me sacan muchas fotos. Pero cuando competimos y les gano, se termina todo, algunos se enojan y ni me saludan….jeje.
– ¿Y con el tema económico?
– Tengo gente que me ayuda, con algunos repuestos, o el service del auto, pero lo demás todo lo banco yo y por supuesto los amigos y los chicos del taller que siempre me dan una mano. Además está el apoyo de mi familia: mi mamá Adriana López García, mi abuela Lilia Soria y mi tía Carla López García. Somos cuatro mujeres “fierreras”.
– ¿Cuál es la idea a futuro?
– Iba a ir a correr a Salta, pero tuve que hacerle algunas cosas al auto y no llego con los tiempos. Después viene Santiago del Estero y a continuación pretendo terminar el año en el “Cabalén”. Después planificare el año que viene.
– La pregunta es obvia, pero queremos escuchar la respuesta, ¿por qué “La Pinky”?
– En el taller hicimos un lindo grupo, todos los chicos tienen lindos autos, pero como yo soy la única mujer le pusieron el Team Pinky y a mí “La Pinky”. Ellos me acompañan a todas las picadas y me alientan constantemente.