Eduardo y Braian Reinoso, padre e hijo, son tal para cual

Previa cita, Motorplus Tucumán llegó a la hora indicada a la reunión para charlar con los Reinoso, Eduardo y Brian, otra dupla de padre e hijo fanáticos de los motores. Y practicantes, claro está…

Braian es quien estaba esperando, listo para comenzar a hablar. De entrada, se disculpó de su padre, que estaba en reunión. “Enseguida se une a la charla”, sostuvo.

No fue difícil comenzar a recordar momentos con Braian. “Desde que era muy chico escuchaba a mi papá hablar de autos, motos y carreras. Sólo cuando llegué por primera vez a una competencia de karting, me di cuenta de que eso me gustaba a mí también. No me costó mucho contar con el visto bueno de mi papá para comenzar; él tenía una buena amistad con Hugo Pascual y Jorge Rotondo, y fueron ellos los que nos orientaron”, contó el actual piloto de la Fórmula Renault Plus.

Braian comenzó a competir en la categoría 50cc y estuvo en ella unos dos años. “Me encantó sentir la adrenalina arriba de los karts. Fue entonces cuando comencé también a trabar amistad con los chicos, sobre todo con ‘Huguito’, con quien me llevo muy bien, hoy como compañeros en la Plus.” El juvenil corredor después comenzó a correr en la categoría Directo, en la que había pilotos con mucha experiencia. No obstante, él logró consagrarse campeón.

Las pasiones de Braian no sólo pasan por el automovilismo. También el fútbol ocupó una parte importante de su vida. “Jugaba en el CEF 18, pero como los partidos coincidían con las carreras, tuve que elegir. Fue difícil hacerlo, ya todos saben por qué cosa me decidí” apunta este hincha de San Martin y de River.

MANO A MANO CON BRAIN

– ¿Cómo fue salir a competir fuera de Tucumán?

– Siempre traté de no saltear ningún paso dentro del automovilismo, con mi ‘viejo’ charlamos mucho y creemos que eso es lo correcto. Por eso decidimos correr en el Argentino y mi primera carrera fue en Buenos Aires. No me olvido nunca lo que vi cuando llegamos al autódromo: el lugar, la cantidad de pilotos, la disposición de todos para cumplir con los horarios. Eso es algo a lo que no estábamos acostumbrados.

– ¿Y cómo fue la experiencia?

– No fue fácil, si bien yo venía de correr, ahí me di cuenta que todo era distinto, por la cantidad de participantes y el ritmo que hay que tener para competir allí. Recuerdo que el primer día me ‘acomodaron’ con un par de toques, ahí me di cuenta cómo había que correr. No es que había que salir a chocar, pero en la lucha y por la paridad que había, los toques son imposibles de evitar, claro, siempre dentro de lo permitido. Si bien a veces no salen bien y te podés quedar afuera, están los comisarios deportivos para sancionar. A veces te toca ganar y otras perder, pero te tenés que acostumbrar a que así es el automovilismo. Recuerdo que fui al kartódromo de El Timbó y vi que los pilotos discuten por toques – que en el nacional son frecuentes- y se enojan por las sanciones que a veces son indiscutibles.

– ¿Cómo siguió la historia?

– De nuevo con la orientación de los Pascual, nos decidimos por dejar el karting y comenzar en la Fórmula Renault Plus. Por suerte entré en el equipo cordobés Ferreira, en el ya estaban ‘Huguito’ y Joaquín Rodríguez, con quienes me llevo muy bien. Nos divertimos mucho los fines de semana de competencia.

– ¿La Fórmula es tan competitiva como el karting?

– Sí, lo diferente es que se va mucho más fuerte y los toques a veces  terminan en vuelco, como el que yo viví en Las Termas. Por suerte los autos son muy seguros y no me pasó nada.

En ese momento de la charla apareció el papá, Eduardo y se sumó opinando sobre el vuelco…

“Desde afuera pasamos ese momento con muchos nervios, pero nos tranquilizamos cuando lo vimos bien. Es difícil, pero es automovilismo, y es muy peligroso” dijo. Braian agregó al respecto: “otra que se preocupa y mucho es mi mamá, Karina, que no nos puede acompañar porque tiene que cuidar a mis hermanitos. Pero tengo todo el apoyo de ella.” Con el tema aún candente, ambos coincidieron en la relevancia de las medidas de seguridad y en la necesidad de la vestimenta adecuada  para correr. “En Tucumán a veces vemos que algunos al tema no le dan mucha importancia, pero hay que entender que es importantísimo puesto que es lo que te salva en un accidente”, apuntaron.

LA HISTORIA DE EDUARDO

– ¿Cómo comenzaste con el motociclismo?

-Desde muy chico que me gustó el motociclismo. Mi papá no me dejaba andar en moto, recién cuando falleció me compré una Zanella 50cc. Formaba parte de un grupo que compartíamos la misma pasión. Con esa motito me iba todos los años a visitar a la Virgen del valle en Catamarca. Eran viajes muy lindos. Luego comencé a correr en el autódromo, primero con una 50cc y luego con una 70cc. Después me pasé a una Honda XR 600, con la cual también hacía algo en la tierra. Un día de mitad de semana salía del taller luego de ver la moto (la 70cc) y vi una Suzuki Catana 750 a la venta en una vereda. Me paré a preguntar, ofrecí la moto y una diferencia en plata, y a la noche la máquina ya era mía. El que era dueño me dijo que tenga mucho cuidado, que era muy peligrosa. Recuerdo que salí de ahí y en la cuadra siguiente la puse en una rueda. Creo que ese día estuve andando hasta las 4 de la mañana, estaba muy contento.

– Esta historia se pone interesante…

-Sí. Al otro dia fui al taller donde me atendían la 70cc, porque ese fin de semana había carrera. Me instaron a correr con la Catana, yo dije que no sabía si estaba preparado. Pero insistieron y el domingo ya estaba compitiendo. Salí segundo, detrás de Walter Distaulo. Y en la carrera siguiente logré ganarle pasándolo en la última vuelta. Ese es el video que está en Motorplus. Me acuerdo que después perdí el campeonato por un punto. Con el tiempo, dejé de competir por razones laborales; no tenía tiempo.

– ¿Qué sentís cuando tu hijo corre?

-Cuando Braian se decidió por correr, es como si yo también hubiera retornado. Vivo desde afuera la emoción de la competición. También hice muchos amigos y conocí personalmente a muchos pilotos, algo que de otra manera no hubiera sucedido.

LA RELACIÓN ENTRE LOS DOS

– ¿Cómo se llevan los dos?

– Braian: Bien, siempre hablamos y discutimos sobre las decisiones a tomar, a veces nos peleamos, pero terminamos bien.

Eduardo: Disfruto mucho compartir con mi hijo esta pasión, pasamos mucho tiempo juntos y eso es muy lindo. Yo desde afuera trato de aportar lo que puedo, sin interferir en sus decisiones.

– ¿Qué hay del futuro?

Braian: En lo personal este año termino la secundaria y quiero seguir estudiando Administración de Empresas. En la Plus todavía tengo mucho por aprender, pero me encantaría correr en el TN, sigo mucho a Lucas Mohamed y cuando puedo charlo con él; es muy buen piloto y mejor persona. Cuando debuté en Las Termas estaba un poco confundido, conversar con él me aclaró algunos puntos, y por ello pude bajar los tiempos.

Eduardo: la idea es que Braian llegue al TN, pero yo siempre me quedé con las ganas, así que estoy pensando que cuando él llegue, yo pueda también algo en la categoría, para el karting y para los fórmula. Ya estoy grande, pero creo que para los autos con techo no. Lo estamos pensando, sería hermoso compartir un equipo con mi hijo.

Braian: Sería hermoso correr con mi padre, pero ahí sí que no lo voy a dejar pasar: ¡si puede que lo haga… jajaja! 

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