“¡Uy, Dios mío!” Con la mirada clavada en el Mitsubishi Lancer, Miguel Reginato no lo podía creer. El paisaje de la zona de Ticucho era mudo testigo de la sorpresa del experimentado piloto, a quien su familia sorprendió de una manera espectacular: decidió regalarle el auto de tracción integral para que corra en el rally. El coche fue traído “en secreto” a Tucumán hace algunos días (imagen uno).
“Jamás me imaginé algo así. Uno de mis hijos me dijo que Alberto Caram, el preparador del equipo, ya tenía listo el auto, que vaya a Ticucho a probarlo. Yo pensé que era el Renault 18, que había estado en el taller por algunos problemas. Entonces, después de participar de la conferencia de lanzamiento de la prueba de Arcadia en Concepción, me fui a Ticucho. Al llegar, vi al Mitsubishi, no lo reconocí y ahí me pregunté ‘¿quién estará probando?’ De pronto aparece Alberto y me cuenta todo. No lo podía creer”, relató Miguel, que básicamente recibió por anticipado un regalo por el Día del Padre.
Lo cierto es que Reginato se subió al Evo IX, comprado a la familia D’Agostini de Catamarca y que anteriormente fue de Villagra. Hizo dos o tres pasadas para conocerlo y, aunque admitió que tiene mucho para aprender en su manejo, igualmente decidió que será de la partida el domingo, cuando se efectúe la fecha 3 del certamen provincial.
Consultado su hijo Andrés, corroboró que se trató de una sorpresa. “Él no sabía nada, fue tremendo. Encima ni yo ni Miguel, mi hermano, fuimos. Imagino la emoción del viejo”, aseguró. En la imagen dos, acercada por Ricardo López, se puede ver a Lautaro Sigüenza y a Caram, rodeando al piloto.
