
Están a pocas horas de emprender una aventura especial, de esas que tanto les gustan. Por una semana, Miguel Reginato, padre e hijo, volverán a ponerse en la piel de pilotos extremos, esta vez en un Dakar Series y bajo la órbita del Desafío Ruta 40.
– ¿Cómo fueron las horas previas del viaje?
“Miguelito”: ¡Lo pasamos tratando de no olvidar nada! Este es un desafío muy importante y tenemos muchas expectativas.
– ¿Cómo surge la idea de correr en cuatriciclo?
“Miguelito”: Cuando corrimos el segundo Dakar, le comenté a papá, que me gustaría correr en un vehículo así, porque quería navegar y manejar. Las motos no me gustan, así que elegí el ‘cuatri’. Yo volví a correr en la camioneta y él se animó primero al ‘cuatri’. Ahora lo voy a intentar yo. Y voy a tratar de hacerlo de la mejor manera posible.
Miguel: En un principio ‘Miguelito’ iba a correr solo y yo hacer asistencia, pero ante la falta de repuestos del ‘cuatri’, decidí ir como mochilero, para que si él tiene algún problema pueda solucionarlo y que mi vehículo sirva para usar algún repuesto si es necesario. La idea es que él llegue al final y sume experiencia para tratar de que corra el Dakar. Yo no creo que vuelva al Dakar, mi última experiencia fue fea, la pasé muy mal y por suerte no fue peor. No tengo edad ni ganas, voy a seguir con el rally, que es menos exigente.
– ¿Qué significa de la mejor manera posible?
“Miguelito”: Lo que vamos a correr es un mini Dakar, por lo que los preparativos son similares, hay que planificar muy bien todo, desde el entrenamiento hasta la carrera. En el medio hay que armar el equipo, conseguir los repuestos, definir las asistencias. Trabajamos en esto hace mucho tiempo y hacerlo de la mejor manera sería poder llegar al final.
Miguel: Lo que tiene que aprender y trato de transmitirle es que estas son carreras de buen ritmo y aguante, el Ruta 40 de este año tiene la primera etapa de 600 kilómetros. La que va a ser difícil es la segunda, seguro va a ser el filtro de la carrera, tiene 900 kilómetros y se transitará por muchos arenales, ahí hay que andar sin prisa pero sin pausa. Esa enseñanza me dejó el Dakar, en el que lo pasé muy mal por ir rápido, sin medir las consecuencias. Pero aprendí y por eso pude llegar en el Ruta 40 que corrí.
– ¿Cómo están preparados?
“Miguelito”: Bien, hace seis meses que venimos entrenando y ordenando todo, estamos con un buen ánimo y muchas ganas y un muy buen estado físico para encarar el proyecto.
Miguel: si bien estamos entrenando siempre, ahora hay que intensificar el trabajo sobre la cintura y los hombros, es muy importante por la cantidad de horas que se anda arriba del ‘cuatri’.
– Esto se inicia en el Ruta 40 ¿y después?
“Miguelito”: La idea es seguir corriendo el Cross Country nacional, también hacer el Desafío Guaraní que es otro pre Dakar, y si todo marcha bien correr el Dakar.
– ¿El objetivo?
“Miguelito”: Llegar, hacer muchos kilómetros, lo que nos ayudaría a ver dónde estamos parados y qué cosas mejorar, tanto en lo físico como en el ‘cuatri’.
Miguel: Estoy seguro que ‘Miguelito’ lo va a lograr, es un excelente piloto para este tipo de carreras, domina muy bien la navegación, que es algo fundamental, y además es muy intuitivo, lo que ayuda a la hora de improvisar.
– ¿Es importante correr juntos?
“Miguelito”: Sí, son etapas muy largas, algunas de más de 800 kilómetros. Y el ir juntos va a ayudar a sortear muchos problemas. Esperamos estar al final de la prueba, estamos trabajando para eso. Frente a este desafío, quiero agradecer a todos aquellos que nos brindaron su apoyo. Esperamos conseguir un buen resultado para Tucumán.