(*) POR VICENTE MACHÍN.- Era muy pequeño y me llegaba a ver las carreras en el “Nasif Estefano. Ahí lo vi por primera vez detrás del alambrado. Averigüé y me enteré que tenía un taller en la calle 25 de Mayo. Fue allí donde acudí, en aquella época con una Zanella 200, para que “Tin” Noguera la arregle.
Ya dedicándome al periodismo, lo seguí en lo que hacía. Charlaba con él cuando podía y nació una amistad de la que soy un agradecido por la calidad de persona que fue “Tin”. Recuerdo las largas charlas que tuvimos en su taller, yo preguntando y él explicando con una tremenda pasión por lo que hacía.
Fueron muchas charlas a lo largo de tantos años. Hasta sus últimos días, cuando nos encontrábamos, pasábamos el tiempo charlando.
Me quedan muchos recuerdos, en especial la foto con la que acompaño estas palabras. La sacaron el día en que les ganó al campeón argentino y a los mejores pilotos y equipos oficiales del país. La gran cantidad de gente que había en el autódromo vivió en aquella oportunidad algo increíble. Los porteños no podían creer que un piloto tucumano les gane con ese “catre”, como le decían ellos comparando la 55 de “Tin” con toda la tecnología que tenías sus motos.
Después de la carrera, “Tin” se quedó varias horas sacándose fotos y charlando con la gente. Así era él, un amigo de todos. Y así lo recuerdo.
(*) Redacción de Motorplus Tucumán