En Salta hubo un campeón tucumano, y varios buenos trabajos

Otro campeonato salteño con campeón tucumano se dio en 2022, como ocurrió varias veces, pero esta vez fue distinto porque el campeón es un piloto con experiencia de nivel nacional, que al no poder conseguir presupuesto para correr en ese nivel (y convencido por sus amigos y familiares) concretó su vuelta al zonal salteño, en el que pudo volver a disfrutar de manejar un auto de carrera y demostrar toda su experiencia y potencial. Hablamos de Peter Olaz.

Ya desde la primera carrera marcó territorio y comenzó peleando la la punta, ganando en la pista pero siendo excluido en la técnica, por lo que se quedó sin nada. Quizás ese resultado le dio fuerzas y desde entonces comenzó a ganar o a pelear bien arriba, lo que le permitió quedarse con el Campeonato Apertura. La segunda parte fue más dura: fue el piloto a vencer. Con oficio y experiencia perdió y ganó, pero siempre con el objetivo que al final se le dio, el Campeonato Anual, el más importante y por el que trabajó, y mucho. El piloto está intacto, pero su futuro es incierto.

Además, también estuvo en el campeonato salteño de TP 1.400 Sebastián Luque, que comenzó muy bien el año, pero se fue desdibujando sobre el final. Esto último, quizás ya pensando más en su cambio al Turismo Pista.

Miguel Viola tuvo un muy buen año. Al principio todo fue adaptación para él, lo cual hizo muy rápido. Y enseguida ya estaba peleando por puestos importantes, demostrando un buen nivel que lo llevó al podio en un par de oportunidades. Si no estuvo más adelante fue porque su auto lo dejo a pie un par de veces.

Ignacio Vaira también demostró que está a la altura de las circunstancias en la categoría, con muy buenas clasificaciones y algunas carreras en las que estuvo peleando por el primer puesto. No se le dio por circunstancias de carrera, pero Ignacio demostró que, cuando consiga constancia, está para cosas importantes.

Lucas Díaz recién comenzó la temporada en la segunda mitad, y con un auto completamente nuevo para él. Se destacó desde que estuvo en pista. Sólo problemas menores lo privaron de estar más arriba en las primeras carreras que hizo, pero terminó el año con un buen nivel y con un podio.

Omar Pata se dio con el gusto y saltó de la Promocional 07 al TP 1.400. Su objetivo fue sólo divertirse y disfrutar de la categoría, pero a medida que fueron pasando las fechas demostró su adaptación al auto, con tiempos que mejoraron de carrera a carrera.

Javier Rivero debutó en el automovilismo en esta categoría. Sí, no se había subido a un auto de carreras nunca y de dio con el gusto. Tuvo que aprender todo y lo hizo rápido a medida que pasaban las vueltas de cada competencia, pero sólo concretó algunas fechas y se alejó por falta de presupuesto.

Andrés Espinosa debutó en la última fecha y no desentonó. Seguramente volverá a probar el año que viene.  

En el TP 1.100 estuvo Matías Cuadrado, que sólo hizo las primeras fechas, siempre con parciales muy buenos. Después se alejó de la categoría.

El que se dio con el gusto fue Christian Fagioli, quien hizo todo lo que estuvo a su alcance para poder correr al menos una fecha. Después, y por suerte para él, su estusiasmo transformó la idea en varias competencias. Lo hizo con un presupuesto muy acotado, no obstante logró en varias carreras pelear adelante y hasta se dio el gusto de hacer un podio, lo que le dio fuerzas. Ya piensa en cómo encarar el año que viene.

Párrafo aparte para los preparadores. Un caso lo aportó Sebastian Chincarini y su Yiyo Competición. Nuevamente logró todos los títulos y todos sus autos fueron protagonistas.

Pablo Turbay y Ricardo Felipe tuvieron un buen año, con varios autos en las dos categorías y llegando a la última con posibilidades, de la mano del jujeño Jodal.

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