
En un año que nos trajo preocupaciones por la pandemia, el dolor por las pérdidas no estuvo ajeno. En el mundo de los motores tucumanos, hubo despedidas que dejaron su triste impronta. Aquí las recordamos:
José Marzoratti: nos dejó el 30 de enero. Falleció víctima de una enfermedad con la que venía luchando desde hace mucho tiempo. Piloto de rally y dirigente de mil batallas, el oriundo de Juan Bautista Alberdi tenía 46 años.
Gregorio Carrizo: Convertido en los últimos tiempos en un factor importante para que distintos pilotos de rally pudieran debutar en la categoría, encontró así la forma de mantenerse cerca de su pasión, los “fierros”. Quien también fuera piloto de autos clásicos falleció el miércoles 5 de febrero, a los 72 años.
Ricardo Fernández: En la noche del miércoles 1 de abril falleció “El Gallego”, quien fuera piloto en la época del Club de Pilotos Monomarca, categoría en la que estuvo desde su creación, siendo uno de sus propulsores. Había nacido el 9 de octubre de 1957.
Carlos Alberto Moreira: “Lito” nos dejó los primeros días de julio. Le gustaba, el deporte motor. Y, dentro de él, apoyar a quienes competían. Desde siempre estuvo poniendo una moto, un kart o un auto en pista. Y lo hizo para su hijo Carlos, y después para su nieto “Carlín”. Pero también para que algún piloto pueda correr.
Osvaldo Candussi: Fue un apasionado de los “fierros”. Siempre se lo veía en los lugares donde se hablaba de automovilismo o en los talleres. El miércoles 5 de agosto falleció a los 68 años el papá de Lucas. Su corazón no pudo aguantar. Había nacido el 16 de abril de 1952.
Ítalo Maresio: Allá por los 60 y principios de los 70, supo lograr un lugar protagónico en el automovilismo. Sus participaciones nunca pasaban inadvertidas. Y se convirtió en un referente de la marca Alfa Romeo. El piloto, oriundo de Bella Vista, falleció el 28 de septiembre, a los 88 años.
Alfredo Penida: Fue un piloto del rally tucumano (cuyos inicios estuvieron en el autocross) que compitió en la clase N-6. Más allá de los motores y de la velocidad, tenía una pasión y un compromiso de vida: la medicina. El urólogo falleció a mediados de octubre.
Ricardo Salomón: Allá por fines de la década del 80, comenzó a acelerar en las pistas. Se lo recuerda integrando las nutridas grillas que por ese tiempo se armaban en las carreras del TC 1.500 del NOA que se efectuaban en toda la región. También tuvo experiencias al volante de un Fiat 600. El piloto y empresario falleció a fines de octubre.
Rubén Posse: Fue el gran golpe para el automovilismo tucumano. Nació el 12 de enero de 1967. El 8 de noviembre, la noticia de su fallecimiento conmovió. El héroe de mil batallas falleció el 8 de noviembre; estuvo casi un mes peleando para salir de un cuadro de covid-19.